EXPOSICIÓN: Yolanda del Riego. Obra reciente (1999)
Del 15 de abril al 31 de mayo de 1999
Galería EUDE, Barcelona, España)
Una muestra de 26 obras recientes: acuarelas y técnicas mixtas de grabado.
Presentación escrita por Francesc Miralles Bofarull
Texto de la presentación (escrita por Francesc Miralles)
La obra de Yolanda del Riego es una obra de frontera. Su interés y su importancia se fundamentan en su transcurrir por los límites. Para un creador es siempre fascinante este juego de saberse unos pasos más allá, unos pasos más acá; es siempre fascinante no saber exactamente cuál es la situación de las coordenadas.
Yolanda del Riego construye unas obras que discurren más allá de los límites de la técnica y más allá de los límites de la visión. O más acá, según nos situamos en la frontera.
Todo surge, en esta creadora, a raíz de los largos años en que estudió y practicó técnicas de la estampación junto a Toshi Yoshida, Lee Chesney, Clinton Cline, Jules Heller, Misch Kohn...grandes maestros del grabado de nuestro siglo. Pero Yolanda parte de ellos y avanza en el concepto de "evolving edition", de Kohn: aquellos tirajes en los que de una misma plancha surgen obras diferentes.
En este proceso debemos tener presentes las fidelidades de la artista a sus transgresiones. Fidelidades: seguir utilizando el tórculo como herramienta base para la realización de su obra; seguir utilizando la plancha y su trabajada superficie para, desde ella, estructurar la composición. Fidelidad, en suma, a largos años de aprendizaje y de dedicación; a la enseñanza de grandes maestros.
Pero en todas estas obras podemos apreciar la transgresión de la ortodoxia. Pero sin que esto signifique un paso a la heterodoxia sino a un campo nuevo, distinto, personal. Porque la estampa, esmeradamente realizada, se convierte en la superficie en la que papeles, tejidos, pintura, líneas a lápiz, se superponen y entrecruzan para llevarnos a nuevas latitudes. En Yolanda del Riego las técnicas se acumulan, se superponen, se violentan, se potencian, para conducirnos a unos espacios de esmerada y precisa matización. Yolanda del Riego nos conduce más allá de los límites de la técnica.
Y más allá, a su vez, de los límites de la visión. Podríamos decir que la artista es una paisajista. Podríamos decir que cada obra suya es una ventana abierta al recuerdo. Tantos años viviendo en tierras vírgenes colorísticas del Caribe, ...tantos años profundizando las profundidades de una naturaleza agresivamente rica, crean, crearon en la artista un sustrato inolvidable, dinámico, en el que la naturaleza —árboles y espacios, colores, llanos y montañas, fríos y vegetación, cielos y tormentas, nubes y lluvias— queda conformando una parte esencial de sentir.
Y en la paciente elaboración de cada obra surge, inevitablemente, este sustrato, surge el recuerdo, la vivencia que ha marcado una indeleble sensación. Paisaje, paisajes del recuerdo que nos conducen a los límites de la visión: nada es concreto, nada es real, nada es reconocible. Todo surge desde el más recóndito rincón de las emociones y todo discurre entre realidad y abstracción, entre emoción y pasión.